La disfunción eréctil por pérdidas venosas es un problema difícil de tratar. Se produce cuando las venas del pene no pueden retener la sangre, lo que dificulta el mantenimiento de la erección. Existen varias opciones de tratamiento para esta afección y su eficacia puede variar de un paciente a otro.
Los medicamentos orales para la disfunción eréctil, como Viagra, Levitra y Stendra, actúan potenciando los efectos del óxido nítrico, una sustancia química que relaja los músculos lisos del pene, favoreciendo así el flujo sanguíneo y permitiendo la erección. Estos medicamentos han sido aprobados por la FDA (Food and Drug Administration) para el tratamiento de la disfunción eréctil. A pesar de las pérdidas venosas, los medicamentos PDE5, el grupo al que pertenecen estos fármacos, pueden seguir siendo eficaces. Actúan ensanchando los vasos sanguíneos, lo que permite que la sangre entre más rápido de lo que sale. Sin embargo, su tasa de éxito ronda el 70% como máximo y no abordan la causa subyacente.
La terapia psicosexual puede ser decisiva para abordar las barreras psicológicas que podrían estar contribuyendo a la disfunción eréctil por pérdidas venosas. Este enfoque ayuda a los hombres a comprender y controlar los factores mentales y emocionales que interfieren en la función sexual.
Para los hombres que sufren de niveles bajos de testosterona, la terapia de testosterona podría proporcionar algún alivio. Un estudio publicado en el Journal of Andrology descubrió que la testosterona mejoraba la función eréctil en pacientes hipogonadales con pérdidas venosas. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que el tratamiento con testosterona debe seguirse bajo la supervisión de un profesional sanitario, ya que puede no ser adecuado para todos los pacientes.
Para los hombres con disfunción eréctil con fugas venosas graves que no han respondido a otros tratamientos, los implantes de pene pueden ser una opción viable. Se trata de dispositivos que se colocan en el interior del pene para permitir la erección. Se trata de una opción más invasiva y suele considerarse cuando otros tratamientos no son eficaces.
La terapia de ondas de choque está reconocida como un tratamiento muy eficaz para las fugas venosas.
Este tratamiento no invasivo estimula el crecimiento de los vasos sanguíneos y favorece la cicatrización.
Es especialmente beneficioso para los pacientes con fugas venosas leves y sin enfermedad subyacente grave.ESWT (Extracorporeal Shock Wave Therapy) mostró resultados positivos cuando se aplica postoperatoriamente en pacientes sometidos a cirugía de fugas venosas.
La ligadura quirúrgica consiste en ligar las venas dorsales profundas y las posibles venas colaterales. Este tratamiento pretende aliviar la fuga venosa que contribuye a la disfunción eréctil. Sin embargo, la ligadura quirúrgica se considera invasiva y suele realizarse bajo anestesia general. Además, las tasas de éxito a largo plazo no son muy alentadoras, por lo que este procedimiento es una opción menos preferida.
Es fundamental que hable con un profesional sanitario cuando considere cualquiera de estas opciones de tratamiento. Puede guiarle a lo largo del proceso y explicarle los posibles beneficios y riesgos asociados a cada método. El tratamiento más adecuado para la disfunción eréctil por fugas venosas puede depender de una serie de factores, como el estado de salud general del paciente, la gravedad de los síntomas y la causa subyacente del trastorno.
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